miércoles, 30 de noviembre de 2011

Crece el interés, por los beneficios que produce beberlo de manera moderada

Le gustaría saber que el malbec es un vino muy aromático, con notas de ciruela fresca o en compota con tonos de pasas de uva, café, cuero, chocolates o trufas. También de vainillas y violetas. Y que aunque llegó de Francia es la uva nacional y un vino que va muy bien con las carnes de caza, el cordero patagónico o un buen risotto. Si definitivamente se tentó y quiere saber más, no hace falta anotarse en el curso con el sommelier de moda. Con solo tomar el subte línea D y bajarse en Facultad de Medicina, podrá participar de alguna de las charlas gratuitas que médicos y enólogos ofrecen dos veces al año en el Hospital de Clínicas para promocionar lo bien que una copa de vino le hace al corazón.
Ayer, se realizó una nueva reunión en la que el público pudo aprender las diferencias entre un varietal y un blend, pero también que son los polifenoles que contiene el vino los que le dan un poder antioxidante tan potente como el del té verde . Es decir, que el vino – siempre que se beba con mesura– es uno de los productos que sirve para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Como las frutillas, el maní o los alimentos de la llamada “dieta mediterránea” – tomates, aceitunas, aceite de oliva – los polifenoles del vino previenen el deterioro de las arterias al evitar que se acumule grasa en las paredes.
Ricardo López Santi, presidente de la Federación Argentina de Cardiología, explica las razones de porqué se habla de vino en un hospital: “Este encuentro no significa que invitemos a los pacientes a tomar vino.
Por el contrario, sólo estamos educando a los que ya lo toman para que lo hagan de manera moderada”.
Para entender la importancia que el vino puede tener sobre el cuerpo, una de las secciones de la 4° Cátedra de Medicina se llama, precisamente, “vino y salud”.
Roberto Héctor Iermoli está a cargo de esa cátedra –que junto con la dirección de docencia e investigación del Hospital organizan las charlas – y cuenta que “el vino se consumía siete mil años antes de Cristo. La primera farmacopea de los sumerios ya mencionaba el uso del vino como medicina”.
Esta charla en el Hospital de Clínicas forma parte de la campaña “100.000 corazones”, que lleva adelante la Federación Argentina de Cardiología, la Fundación Bioquímica Argentina y el Ministerio de Salud de la Nación.
La idea es bajar las cien mil muertes por problemas cardiovasculares que cada año ocurren en Argentina .
Pero además de contar los beneficios del vino, los médicos también se ocupan de dejar en claro que pasarse de la medida aconsejada puede provocar el efecto contrario y causar daños al corazón. Por eso, recomiendan dos copas diarias para las mujeres y tres para los hombres.
Consultado por Clarín , Alberto Alvarez, psiquiatra especialista en adicciones, opina que resulta “interesante que un hospital promueva el consumo moderado. Antes se lo usaba en festejos familiares, ahora se toma indiscriminadamente”. Y concluye: “Para estar bien no es necesario emborracharse”.



Fuente: Clarin

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