El clásico rioplatense también se juega en el mundo del vino con Lio “Malbec” Messi y Diego “Tannat” Forlán como protagonistas excepcionales
No hay deporte que despierte más pasiones que el futbol, al menos en estas latitudes. La hermandad latinoamericana, el Mercosur y el respeto mutuo quedan relegados cuando en una cancha de fútbol se enfrentan las selecciones de Argentina y Uruguay. Y mañana no será la excepción. Claro que, más allá del resultado y que la bronca de uno será mucho más pasajera que la alegría del otro, toda esta rivalidad quedará rápidamente en el olvido y los argentinos seguirán invadiendo Punta del Este en el verano y los uruguayos seguirán admirando Buenos Aires y consumidendo su rica oferta cultural.
Pero volvamos al desafío de mañana. La Argentina pinta como favorito, a pesar de su comienzo con poco brillo, aunque la Celeste firme a sus convicciones va a presentar batalla. Es decir que arriesgar un resultado con objetividad es muy difícil. Sin embargo, en materia de vinos el resultado de este clásico que se viene jugando hace mucho tiempo desde siempre es muy favorable a nuestro país. Porque la Argentina es el quinto productor mundial de vinos, mientras que Uruguay está cerca del puesto número 20. Pero es cierto que cantidad no es sinónimo de calidad y hay que reconocerle a los orientales que gran parte de su industria está dedicada a los vinos finos, cuando acá el vino más consumido sigue siendo el de todos los días que viene en Tetra Brick.Si hablamos del historial, es ampliamente favorable a los argentinos porque aquí la industria tiene más de 200 años y los protagonistas son muchos más que del otro lado del río. A nivel consumo, también llevamos la delantera. Aunque quedaron lejos aquellos tiempos de los 90 litros per cápita que nos ubicaban primeros en el ranking de amantes del vino, el consumo aún sigue siendo muy importante: 31,5 litros contra 24 litros.Pero hablemos de las estrellas de los equipos. Nuestro Messi es, sin dudas, el Malbec, un tinto muy reconocido hoy aquí (al parecer más que Lio) y en el mundo entero. Es nuestro as en la manga, el vino que siempre gusta, que juega en todas las mesas y que se lleva los aplausos de todos los que lo beben.
Uruguay, por su parte, tiene al Tannat, un cepaje también de origen bordelés, con taninos fuertes, como los defensores orientales. Suele ser generoso y más aguerrido que nuestro cepaje emblemático, pero a la vez menos atractivo, al menos al primer trago.
Ambos vinos son nuestros mejores representantes, pero en este ámbito no hay duda de que el partido lo viene ganando la Argentina y por goleada.
Lindo post! Pero seguro seguro no lo escribio Marito!!!!! No caza un fulbo de fulbo! jaja!
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