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viernes, 19 de julio de 2013

5 vinos para obsequiar el día del amigo y que se ajustan a distintos presupuestos

Para quienes buscan regalar un vino delicado...
Las Perdices Reserva Pinot Noir 2010 - Bodega Viña Las Perdices - Precio sugerido: $99
Este Pinot Noir es elegante y tiene tipicidad. En nariz ofrece una aromática que conjuga notas de frutas rojas, como cerezas, con pinceladas terrosas. La crianza, a su vez, suma tostados y aromas que recuerdan al chocolate. En boca exhibe buen volumen pero tiene taninos pulidosque le dan fluidez y le imprimen un paso suelto, ideal para quienes buscan obsequiar un vino equilibrado y delicado. Deja un largo recuerdo en boca, con más de esa aromática de frutas y notas terrosas. A quien se lo obsequies, recomendale que le dé tiempo en la copa, no hará más que mejorar. Se consigue en la cadena de vinotecas EnoGarage.
· Para quienes buscan obsequiar un Malbec pero con un plus...
Doña Paula Estate Malbec-Syrah 2011 - Bodega Doña Paula - Precio sugerido: $80
Esta bodega, añada tras añada, viene realizando un trabajo metódico y consistente. Y esta etiqueta no es la excepción: este blend, elaborado a partir de viñedos de Gualtallary y San Carlos (Valle de Uco), cautiva por su nariz intensa, con frutos rojos y negros, especias y leves notas de tomates secos. Su paso por barricas aporta notas de chocolate y tenues tostados. En boca muestra mucha textura, con taninos bien firmes, pero afinados, que aportan equilibrio al conjunto. Es largo de boca y premia con un regusto frutado que deja un excelente recuerdo. Pensado para quienes buscan regalar un Malbec pero con un plus. En este caso, ese plus se lo da el Syrah, que suma complejidad y algo de músculo. Esta etiqueta se consigue en la vinoteca Grand Cru, especializada en ejemplares de alta gama.
· Para quienes están pensando en regalar algo que salga de lo común...
Escorihuela Gascón Sangiovese 2009 - Bodega Escorihuela Gascón - Precio sugerido: $99
Si estás familiarizado con variedades del viejo mundo, la Sangiovese te resultará conocida. Si no, posiblemente nunca hayas probado antes esta variedad, que representa el 2% de toda la superficie implantada con cepas tintas del país. Este ejemplar, elaborado a partir de uvas de Agrelo se caracteriza por una nariz estridente, con mucha fruta al frente, como mermeladas de frambuesas, sumado al intersante toque de hierbas aromáticas. Su paso por madera aporta moca y una paleta ahumada. Al paladar se presenta largo, con un avance muy fluido y un medio de boca en el que se potencia los aromas que recuerdan a la fruta y al café. La acidez, en su punto justo, estira el final. Ideal para quienes buscan regalar algo diferente pero con la certeza de que no fallará.
· Para quienes buscan una opción sofisticada y a buen precio...
Vistalba Corte C 2011 - Bodega Vistalba - Precio sugerido: $75
Este corte, que añada tras añada va cambiando, en esta cosecha incorpora una gran parte de Malbec y un toque de Cabernet Sauvignon. El resultado es un vino dominado por las frutas rojas con una pincelada de frutas negras, hierbas aromáticas -como anís- y una levísima pátina de notas de crianza, que no tapan nada, con dominio de aromas que recuerdan al chocolate. En boca es un vino que ataca brioso, con cuerpo y taninos firmes pero redondos, que vuelven a este ejemplar definitivamente elegante, sin renunciar a la frescura y la modernidad. Un delicado equilibrio en el cual esta bodega sabe moverse. Es una buena opción para regalar un ejemplar que funciona como una puerta de entrada a un portfolio sofisticado.
· Para quienes buscan algo distinto con presupuesto más acotado...
La Escondida Roble Cabernet Franc 2011 - Bodgas La Rosa - Precio sugerido: $37
El Cabernet Franc está en pleno auge: se lo está incluyendo en los principales cortes y también se viene luciendo como varietal, especialmente en las gamas más altas de precios. Por eso, es interesante que esta bodega haya apostado por lanzar esta variedad a un precio por debajo de los $50, en una suerte de "cruzada democratizadora" del Cabernet Franc. No es un vino para quienes buscan una tipicidad extrema, pero sí hay aromas francos y matices que lo convierten en un buen ejemplar, con una nariz cargada de fruta roja, un leve especiado y una nota vegetal. La madera aporta una nota de chocolate con leche que lo vuelve agradable y fácil de entenderal primer contacto con la nariz. En boca exhibe cuerpo medio y taninos bien perfilados, que dan como resultado un vino fácil de beber y que se extingue bastante rápido. Buena opción para quienes buscan regalar algo diferente y escaparle un poco al Malbec, pensando a la vez en cuidar el bolsillo.
Fuente: iprofesional

martes, 16 de julio de 2013

Las 20 nuevas tendencias en el vino

Mientras en 2002 comprabas vinos de bodegas boutique y en 2005 probabas sólo Malbec, en 2011 incursionabas en los single vineyards ¿Qué y cómo beberás de aquí en adelante?


Conocer de vinos es mucho más que recitar descriptores y mencionar dos o tres variedades. Conocer es saber lo que está pasando, anticiparse a lo que sucederá. Y para eso, un consumidor curioso debe estar al tanto de las últimas novedades en la góndola en materia de etiquetas y de tendencias. ¿En qué gama de precios conviene comprar vinos hoy? ¿Qué hay que saber sobre terruños? ¿Cuáles son las nuevas zonas en las que el vino crece? ¿Por qué el boom de consumo en China va a cambiar el modo de beber vinos en nuestro país? ¿Qué fue de la vida de Parker Jr. y su reinado en el mundo de los puntajes? Veamos…
CRECEN LOS BLANCOS Y ROSADOS
Es un fenómeno periférico que todavía no llegó al gran consumo, pero la tendencia, si se observa el comportamiento de los profesionales de la industria local, es que tanto blancos como rosados ocupan un lugar cada vez más destacado en la oferta de vinos. Por un lado, aportan a la apertura estilística que muchas veces demandan consumidores y profesionales, cansados de un estándar de tintos.
Por otro, también hay mejores vinos, especialmente Sauvignon Blanc y Chardonnay, donde la tendencia gustativa es ir hacia la frescura dejando atrás aspiraciones de complejidad típicas de hace unos años. Entre los primeros, por ejemplo, Zuccardi Q Chardonnay 2010, que supo ser maderoso, y hoy es pura ligereza y complejidad; ídem con Angélica Zapata 2010; y más accesible en precio, Uma Chardonnay 2012. En materia de rosados hay productos más ligeros que buscan, de paso, el color salmón como trazo. Amalaya 2012 y Jean Rivier 2012, por ejemplo.

SE CONSOLIDA UNA ALTA GAMA ACCESIBLE…
A partir de 2009 cuando llegó al mercado Luigi Bosca Ícono, que desembarcó con la intención de ser el vino más caro de la Argentina, se dio un fenómeno de precios ascendentes que posicionaron a un puñado de tintos en valores insospechados tiempo atrás: mil pesos o más, como cuestan Última Hoja 2007, Cobos Nico Malbec 2009 y Nicolás Catena Zapata 2007. Como contrapartida a esa escalada de precios, también se configuró en el mercado una suerte de alta gama accesible que, a título de calidad percibida, no dista mucho de los íconos y sin embargo cuesta una décima parte. Vinos como Selección del Enólogo barrica 200% 2010 (blend, $150), por ejemplo; los tintos Puro 2010 (blend, $100), Gran Terroir Malbec 2010 ($115) de Finca El Zorzal. Cada uno a su manera, ofrecen un tinto high end a un precio módico.

… Y UNA GAMA MEDIA CON UN PLUS
Un escenario que se desprende de la escalada inflacionaria es conseguir que las marcas reconocidas por el consumidor en los segmentos bajos de precio no pierdan terreno, o se queden fuera de la góndola por el congelamiento. Así, las bodegas reaccionaron lanzando una serie de nuevos vinos en la gama de precios inmediata superior, y en la que, además, el consumidor exige encontrar algo más que fruta fresca. De esa combinación de necesidad y exigencia nacen hoy líneas como Finca La Escondida Roble 2012 ($36), relanzada a comienzos de este año; Bodega Privada Colección ($38), el upgrade de precios de la línea homónima; Novecento Raíces Malbec 2011 ($40); y los nuevos vinos que llegarán a la góndola como el flamante Callia Esperado del que ha trascendido su inminente lanzamiento.

SE VIENEN LAS COPAS SIN TALLO
Antes la moda estética pasaba por los copones anchos y esbeltos que se lucían en una mesa con su sola erguida presencia. Pronto, tanto los consumidores como los fabricantes, se dieron cuenta de que se rompían fácilmente entre el tallo y el cáliz, y que la altura las transformaba en víctimas de movimientos mal calculados. Por eso ahora cunden las copas sin tallo. Inspiradas en unas copas de cata llamadas Impitoyables, llegaron en los últimos años y ahora coparon el mercado. Bien miradas, son como vasos, ya que sólo tienen el cáliz, por lo que son involcables. Las ofrecen R Cristal y San Carlos a 35 pesos la unidad, como precio base.

HAY MÁS VARIEDADES DE UVA
Ya nadie te mira raro si hablás de Cabernet Franc o Petit Verdot. Son dos variedades de las que ganaron terreno en los últimos años y a las que bodegas y consumidores le prestan cada vez más atención. Pero no son las únicas. Con un parque varietal amplio, en la Argentina también ganan terreno otras uvas, como una forma de abrir el abanico estilístico. A las mencionadas, se suman en menor medida, Riesling –Humberto Canale lo sumó en la línea Old Vineyard–, Corvina –Massi Tupungato la emplea en su tinto Corbec–, Carménère en tintas, de la mano de Viniterra. Y si bien está claro que la incidencia en el mercado es menor medida en volumen, lo concreto es que poco tiempo atrás no existían en la góndola y que forman un petit pelotón de nuevas uvas.

LA JERGA QUE SE HABLA
Las tendencias en vino traen aparejadas un lenguaje para marcar la diferencia entre lo viejo y lo nuevo. De los conceptos que ganaron la escena en los últimos años, tres son los más destacables. Uno es “tiza”, tal y como la que usabas en el colegio, y viene a describir la textura polvorienta que se percibe en ciertos Pinot Noir –y a veces otras cepas– del Alto Valle de Uco. Otra es “acidez volátil”, que se aplica a los ácidos que se pueden oler en un vino, como el acético entre otros, que describe cierta agradable acritud en un vino; está bien visto en tintos de alta gama. Tercero, “Brett”, el defecto virtuoso (si se permite el oxímoron), que produce aromas de riñón y témpera en un vino pero que, en su justa medida, pueden considerarse trazos de complejidad y calidad.

SE AFIANZA LA ERA DEL TERRUÑO
En materia de vinos es mucho lo que se habla del terruño y pocos los conocimientos que se manejan. Así, uno de los movimientos más interesantes que tiene lugar en nuestro país es el nuevo interés por diferenciar los vinos desde el suelo en que fueron plantadas sus uvas, movida que se inició con la llegada de terroirista chileno Pedro Parra a nuestro país en 2011. Punta de lanza para este nuevo auge es comprender la incidencia del suelo en los vinos, que Parra conoce bien. Y como un nuevo alimento para la lengua de los especialistas, ahora se habla de suelos calcáreos, arenosos y limosos, de rocas y granitos, tosca y esquistos, y de su influencia en los vinos a la hora de explicar cada terruño. En el extremo de esta tendencia hay sommeliers pergeñando cartas de vino en restaurante por tipo de suelo. Una al menos ya es realidad: Siete Cocinas, en Mendoza, que de las 180 etiquetas que ofrece, al menos 45 está clasificadas según este criterio.

NUEVAS ZONAS, NUEVAS BODEGAS
La década pasada, en que se exportó vino con una rentabilidad muy superior a la media, tentó a nuevos inversores para entrar al negocio. Y así como hubo un pelotón de nuevas bodegas en zonas tradicionales como Mendoza, otras regiones que no tenían vides pero sí climas propicios vieron una oportunidad. Hoy, un puñado de nuevas provincias ingresan al mapa del vino. Son Tucumán, Córdoba y San Luis, que ofrecen cada una un puñado de bodegas consolidadas. La primera, en la zona Calchaquí de la provincia, Tafí abajo, con bodegas como El Nogal y Arcas del Tolombón. En Córdoba, en cambio, emergieron en la sierra bodegas como Las Cañitas y en el norte de la provincia, en la localidad de Ischilín, elabora Jairala Oller. En San Luis, por su parte, hoy produce vinos la bodega Viñas Puntanas en el Valle de Conlara, Merlo.

SE VENDEN MÁS VINOS POR INTERNET
Cuando arrancó en 2000 el primer proyecto de venta de vinos por internet de nuestro país la visión era clara: tenían entre manos el futuro ya que, sin un showroom, podían ofrecer mejores precios y costear el envío. La realidad demoró casi diez años en venir, pero finalmente es un hecho. El canal virtual –entre Mercado Libre y vinotecas digitales como Ozono Drink, Siete Spirits y Espacio Vino– ganó fuerza con mejores precios al tiempo que los consumidores también aprendían a confiar en la modalidad. Hoy en Capital Federal, es perfectamente posible comprar en una vinoteca virtual y pagar hasta un 40% menos que en una vinoteca física. Y si damos crédito a los números de Mercado Libre, a partir de 2008 sus ventas de vinos crecieron más del 800 porciento.

EL NUEVO ROL DEL SOMMELIER
Las motivaciones para estudiar sommelerie, algún tiempo atrás, tenían que ver con ingresar al mundo del vino, llevar el servicio de un restaurante y armar cavas suntuosas para darse sus gustos y ganar prestigio. Pero si esos lugares fueron ocupados por los primeros graduados en 2002 y 2003, pronto se hizo evidente que un sommelier debía tener otras salidas laborales. Así, muchos descubrieron que la vocación verdadera de la sommelerie es la comunicación y se volcaron al periodismo. Tanto, que hoy incluso hay cursos de periodismo en las escuelas de vino -como el de CAVE, por ejemplo-. Pero no sólo eso.

También desarrollaron habilidades de marketing y distribución y entraron en distintos puntos de la cadena comercial: desde bodegas a emprendimientos propios de venta de vino. Todo, en el contexto general de internacionalización de la profesión, con sommeliers locales, como Paz Levinson o Agustina de Alba, compitiendo en certámenes a nivel mundial. Así se oficializó, si se quiere, la última variante del rubro: la carrera de candidato a mejor sommelier y el escalafón que eso conlleva.

CHINA WINE
A lo largo de las últimas décadas el crecimiento en el consumo de vino ha sufrido un lento y constante desplazamiento desde los países tradicionales a los no tradicionales. Es decir, de Europa hacia América y Asia. Según datos del Wine Institute, mientras que en 1980 el 51% de los franceses tomaba vino a diario, a la fecha sólo el 16% lo hace frecuentemente. En tanto, desde hace tres años es Estados Unidos el principal mercado mundial de consumo, con al menos una caja de vino por persona al año. Ese dato bastaría para consolidar la tendencia, pero hay más: China se perfila como el futuro referente en materia de consumo de vino en el mediano plazo, tanto para los productos europeos, como para los de Oceanía y Latinoamérica.

Un dato muy gráfico es la aceleración del consumo de vino en el país de Oriente: según un informe de Vinexpo, se espera que en 2015 China gaste más dinero en vinos tranquilos que el Reino Unido. ¿En qué debiera importarte eso a vos, que estás comprando en algún súper de por acá? En que los estilos de vinos se modificarán hacia paladares nuevos y con otras modalidades de consumo. Y entonces tu vino de siempre también cambiará.

PARKER PIERDE SU REINADO
El hombre que supo ser el rey de los consumidores de vino, el pope que subía o bajaba las ventas de una botella en Estados Unidos –y el mundo– con ponerle un puntaje, atraviesa una zona de fuertes turbulencias de credibilidad. Acicateado por las sospechas de coimas que habrían cobrado sus alfiles –como Jay Miller, quien cataba los vinos argentinos–, a fines de 2012 vendió su influyente The Wine Advocate a un grupo editorial de Singapur, del que ahora es empleado y catador oficial para los vinos de Borgoña y el Ródano. Su nueva editora general es Lisa Perrotti-Brown. Y ahora se abre una nueva pregunta sobre la crítica de vinos en el mundo: ¿habrá un sucesor hegemónico o se abrirá un abanico de medios menos influyentes? Aún es temprano para afirmarlo aunque este año debiera quedar perfilada la cancha.

TWITTER GANA LA ESCENA
En las redes sociales, donde a las bodegas les viene costando bastante desarrollar acciones eficientes de comunicación, Twitter empieza a sobresalir en nuestro país como la herramienta preferida para los consumidores de vino. Enólogos top como Alejandro Vigil de Catena (
@AleVigilMalbec) o Marcelo Pelleriti de Monteviejo (@MarcePelleriti) mantienen una presencia activa desde sus cuentas.
Y lo mismo algunas de nuestras bodegas. Según la consultora española Servilia, que elaboró un ranking de las 50 bodegas más tuiteras del mundo, en el puesto 10 está Norton, en el 25 Zuccardi, Catena en el 41, Las Moras 42 y Familia Schroeder en el 46. Para el Día Mundial del Malbec (17 de abril) Wines of Argentina organizó tanto en Twitter como en Instagram una serie de actividades que, desde el punto de vista estadístico, dan una escala del fenómeno: el hashtag #MalbecWorldDay llegó a 3,3 millones de cuentas.

LLEGAN LAS WINE APPS
Los smartphones pasaron de ser una tendencia a una realidad en muy poco tiempo. Y a eso se le suman las tablets. Así, los consumidores de vino no tardaron en buscar chiches en Appstore o Google Play. La realidad es que hay una serie de aplicaciones, como
HelloVino o Vivino, que tienen buena penetración en el público entendido y de las que usualmente se habla hoy en una mesa de bebedores. Especialmente Vivino, que trabaja con un soft de reconocimiento de etiquetas empleando la cámara de fotos del celular y ubica toda la info dentro de la red Vivino sobre ese producto. El problema es que la base de datos de vinos locales suele ser más bien escasa y la decepción llega cuando, con la foto en la pantalla, no hay nada que el soft pueda aportar. Paciencia. Es un problema de escala de mercado y tiempo. Llegarán.

¿IMPORTADOS? SÍ, HAY
Si bien la política actual de restricción a las importaciones complicó el panorama a la hora de comprar una botella “made in”, no es menos cierto que bodegas exportadoras de capitales extranjeros pudieron hacer el trueque e importar vinos de sus casas matrices o de otras marcas que poseen off shore. El caso de Colomé es interesante. Desde el año pasado ofrece los productos californianos del grupo a precios muy competitivos, si se mira lo que cuestan algunas botellas locales (se puede beber, por ejemplo, un Artezin Zinfandel 2009 –un tinto rarísimo y delicioso– por lo mismo que pagarías por un Mendel Unus o un Trapiche Medalla).

Hay más ejemplos: Bodega Renacer trae su Sauvignon Blanc de Casablanca, Cepas de Argentina, Prosseco; Séptima, cavas y tintos tranquilos, y el distribuidor de los vinos del Clos de los Siete, Gustavo Paolucci, importa los vinos franceses que elaboran sus propietarios. Así, los consumidores de etiquetas extranjeras, cuya cava habían quedado despobladas, comienzan a asistir a un repunte de la oferta.

LOS SINGLE VINEYARD, SIEMPRE EN ALZA
Al principio, cuando se lanzaron al mercado los primeros vinos declaradamente Single Vineyard –es decir, elaborados todos los años a partir de un mismo y único viñedo– la cosa parecía más bien un intento de bodega AltaVista por prestigiar sus vinos que un anticipo real a una tendencia que llegaría con fuerza. Casi diez años más tarde, no hay bodega que se precie que no tenga uno en sus filas.

Desde los flamantes Finca Notables de bodega El Esteco a los nuevos varietales Single Vineyard de Salentein, el concepto parece no tocar techo en nuestro país. En los próximos meses, sin ir más lejos, Norton presentará Lote, un concepto similar de partidas limitadas de Malbec –son tres vinos de viñedos diferentes– que se comercializarán juntos para poder hacer el juego de comprender cada terruño. La buena noticia es esa. La mala es que los single Vineyard, al menos por ahora, están reservados sólo a la alta gama de precios; cuestan unos 200 pesos en promedio, aunque pueden trepar a los 350.
LA MODA DE LA CHAMPAGNERA PROPIA

Después de un constante crecimiento de marcas en el mundo de las burbujas –en góndola ya hay más de un centenar de etiquetas– para muchas bodegas llegó la hora de avanzar seriamente sobre este segmento de mercado. Como la ley argentina obliga a separar las bodegas de vinos de las champagneras, hasta hoy la mayoría de las bodegas tercerizan su producción de espumantes. El nuevo dato es que muchas están empezando a construir sus propias plantas de elaboración: Nieto Senetiner y Salentein ya inauguraron las suyas, en breve se les sumará Norton y hay al menos otros tres proyectos en marcha. Así, integran verticalmente el negocio. Esto redundará en mejores precios para el consumidor.
UN MUNDO DE COLORES

No está claro quién fue el primero en desarrollar una nueva gama de vinos frizantes con color, pero lo cierto es que al menos Casa Bianchi y Frizzé lanzaron al mercado este año una gama de productos que, a la vista, son bebidas propias de mixeo. Las hay de color blue curaçao, de naranja flúo y de un rojo Campari notable: tres tonos que alarmarían a un buen bebedor de vinos tintos pero que, en un vaso, a las tres de la mañana, en una discoteca, funcionan como un anzuelo bajo las luces estroboscópicas. En Casa Bianchi aseguran que esta tendencia de colorear los frizantes llega de la mano del mercado norteamericano, donde estos vinos están en franca explosión de consumo. Por lo pronto, podés probar ahora New Age Pink o Frizzé Evolution Blue en la barra de tu boliche favorito.

viernes, 24 de mayo de 2013

¿Cuál es el mejor camino para empezar a beber vinos?


Hay gente que dice que no le gusta el vino y es por que tuvieron una mala experiencia gustativa. Para emprender un camino seguro, segui estos consejos y proba estas botellas.

Una mala experiencia puede ser fatal en cualquier primera vez. Y si bien hay primeras y primeras veces, la única realidad es que no sólo las que dejan algo agradable son las que repetimos. Ahí está el tabaco para atestiguarlo. O el aguardiente. O las ostras.
Pero con el vino pasa algo muy diferente. Porque además de superar esa primera barrera del gusto –a favor y en contra, según los paladares- hay que superar también una de conocimiento y otra de presión social: es tanto lo que se dice sobre una botella de vino que las expectativas de encontrar el novamás en un primer intento puede hacer que resulte nimio y decepcionante. O a la inversa, tantas bondades ponderadas para que, al momento de probarlo, sea la copa equivocada, no guste y se inhiba a un consumidor por el sólo hecho no haber entendido la experiencia.
Cualquiera sea el caso, hay un camino posible para llegar bien y superar ese primera trago. Y a continuación postulamos algunos comienzos, con sus segundas y terceras pruebas, antes de convertirse en ese típico consumidor evangelizador que desea llevar el vino a todo el mundo.
El bebedor de gaseosas. En el mundo existe toda una generación que saltó de la leche con chocolate a las gaseosas sin otra escala. Hoy roza los 25 a 30 años y las bebidas alcohólicas les resultan fuertes, agresivas y sin empatía con su paladar acostumbrado al azúcar. Esa generación está lista en términos de edades para consumir buenos vinos y descubrir que hay vida más allá de una bebida cola. Pero para no sufrir un soponcio con la primera copa de vino, la recomendación más sana es empezar directamente por dulces, que morigeran la parte más difícil de aprender: la textura y la acidez del vino. Ejemplos redondos son Cosecha Tardía de Norton ($31) o bien un high class como Afincado El Yaima Tardío Petit Manseng 2010 ($120). Conviene seguir por los blancos y los tintos ligeros antes de los reservas.
El abstemio. Generalmente es una caso singular dentro de los bebedores de gaseosas, pero también un tipo de consumidor que formó su paladar por fuera de los placeres de la mesa y que pone al microondas por encima de la sartén en su escala de valores. No lo juzgamos. Sólo nos proponemos despertarlo al sabor. Y para eso, no hay nada mejor que un buen Pinot Noir. La razón es una sola: nada conmoverá a este paladar salvo un sabor de otro planeta, algo radicalmente nuevo y agradable en materia de textura y sabor. Así, un vino iniciático puede ser Saurus Pinot Noir 2010 ($65) o Escorihuela Pinot Noir 2010 ($90). Si gustó, el siguiente paso será el Malbec sin madera y luego los reserva.
El bebedor de cerveza. Hay un momento en la vida en que el joven tomador de cerveza se percata de un detalle: comer un buen asado, entrarle a unas pastas rellenas o hacer una picada se vuelve cuesta arriba con su amada rubia espumosa. Ese es el punto de inflexión, cuando el bebedor ya está listo para recibir al vino en su paladar. En estos casos, hay dos caminos. Uno es ir a la antípoda para sorprender, buscar un vino potente de cuerpo, como puede ser Calypso Malbec 2010 ($112), de bodega Monteviejo, o Fabre Montmayou Malbec Reserva 2010 ($85). O bien, un blanco delgado y suave para evitar el salto al vacío, como Mantra Chardonnay 2011 ($79) o Telteca Roble Chardonnay 2011 ($55). Cruzada la barrera, hay que apuntar a la elegancia de la alta gama para cimentar el nuevo paladar.
El bebedor social: existen y son muchos los que dejan la bebida en manos de terceros, porque nada más beben una copita y siempre en compañía. Y así como existe el consumidor designado, debiera existir también el iniciador designado. En este caso, el plan del iniciador debe ser metódico y sostenido. Primero, haciendo observaciones sobre las distintas bebidas que el pupilo prueba. Luego, abriendo el juego hacia vinos de una belleza cautivante, para que el paladar crezca junto con la experiencia. En ese caso, el remate debe hacerse con Hubert Weber Vineyard Selection Merlot 2006 ($60) o Paz Cabernet-Cabernet Franc 2009 ($90).
Quien estrena la mayoría de edad. A los 18 años recién cumplidos se saca el registro de conducir. Y también se inaugura la edad legal para consumir bebidas alcohólicas. El común de los mortales ya lo hace de antes. Pero ese es otro cantar. El tema está en que este flamante consumidor no descarrile hacia bebidas pérfidas y elija el buen vino, que se bebe siempre con moderación. El truco es iniciarlo en la gastronomía al mismo tiempo. Y así como debe probar un risotto de mar con un Chardonnay cremoso, como Terrazas de los Andes Reserva 2011 ($76) y Del Fin del Mundo Reserva 2010, debe comer un buen corte vacuno con un Cabernet como Arístides La Estiba de Familia 2009 ($60) o Goyenechea Quinta Generación 2008 ($84).

Fuente: Diario La Mañana de Neuquen

martes, 7 de mayo de 2013

Los Rolls Royce de la cocina: 8 electrodomésticos y utensilios que todos quisieran tener


No son aparatos: son fierros. Elementos de cocina que duran para siempre, logran resultados magníficos y cuestan una fortuna. Para leer y babearse.

El fanático de los autos sueña con tener un Rolls Royce o una Ferrari. Sabe que probablemente nunca lo tendrá y que a lo sumo podrá verlo de cerca en alguna expo o en las calles de alguna ciudad europea.

Así como el fierrero tiene sus modelos fetiche, los amantes de la gastronomía y la cocina también anhelan algunos elementos que cambian radicalmente la experiencia culinaria. Hornos inteligentes, batidoras super power, cacerolas de fierro. Aparatos y utensilios únicos, durables y de la más alta calidad. Elementos caros, por supuesto, pero que hacen valer la pena cada euro invertido.

Mientras la mayoría de los mortales ahorra plata para fiestas, ropa o viajes, los foodies de alma guardan todo para algún día poder comprar algunos de estos aparatos.

Hornos Rational
¿Tu horno es muy chico, el calor es más fuerte en los grills de abajo que en los de arriba, se te mezclan los olores de las diferentes preparaciones, tardás años en limpiarlo? Olvidate de todo eso. La empresa alemana Rational creó en 1976 un horno que combina los sistemas de cocción a vapor y por convección. El calor es impulsado de manera uniforme por ventiladores internos que generan una temperatura constante en cada rincón. Los profesionales lo eligen no sólo por la precisión de su cocción, sino también porque permite colocar diversos alimentos a la vez y, como tiene varios compartimentos, no se mezclan los olores. Además, trae otras funciones interesantes como el ahumado, el gratinado y el descongelado. ¿Algo más? Sí: es autolimpiante. No por nada está en las cocinas de cualquier hotel cinco estrellas. Se vende en la Argentina y el precio arranca en los 7000 euros aproximadamente.

Cacerolas de fierro Le Creuset
Su diseño data de 1925 y sobrevivió a todas modas: la clásica Cocotte redonda es uno de los productos franceses más codiciados. Son cacerolas perfectas para cocciones a fuego lento ya que están hechas de hierro fundido esmaltado, uno de los mejores materiales por su capacidad para retener el calor y extenderlo de manera uniforme. Se utiliza para preparar cualquier alimento, desde carnes, pollos y verduras (quedan siempre tiernos y jugosos), hasta panes y postres, ya que, además de mantener un calor homogéneo, conserva la humedad interior y así funciona como horno. El otro detalle pasa por lo estético: los colores intensos de las cacerolas son un sello de la marca. Vienen desde el clásico naranja, pasando por rojo, verde, violeta y negro. La superficie esmaltada le da brillo al recipiente que, gracias a su estética sofisticada y elegante, puede ser colocada directamente sobre la mesa como si fuera una fuente. Le Creuset cuenta también con parrillas, sets de fondue, teteras y woks. Se consigue en bazares como Fork y María Burani. El precio de una mediana de 28 centímetros de diámetro ronda los 2500 pesos.


Procesadora Pacojet
Esta tecnología creada en Suiza hace veinte años se hizo famosa gracias a Ferrán Adriá, cuando la empezó a utilizar en platos de vanguardia, como el polvo helado. La Pacojet transforma platos dulces o salados en una textura de nieve. Popularizada como la “procesadora del futuro”, esta máquina trabaja sobre las preparaciones congeladas, duras, hechas una piedra, para convertirlas en purés, cremas o mousses. Las emulsiona y las tritura en segundos, así se obtiene un relleno, una sopa, una salsa o un sorbete que conserva el aroma natural y los nutrientes de los alimentos procesados. Con ella se podría preparar un helado de tortilla de papas o un puré de torta de chocolate. Hoy la Pacojet es utilizada por 25.000 cocineros en todo el mundo y fue incluida en 2011 dentro de la Modernist Cuisine (la enciclopedia de cocina más famosa del mundo) como una de las diez herramientas imprescindibles de la gastronomía moderna. Viene en distintos modelos que cuestan desde 4000 dólares en adelante y no se consigue en el país.

Thermomix
Si seguís fascinado con la practicidad y el rendimiento de tu Mini Pimer, esperá a tener uno de estos robots disfrazados de procesadoras multiuso. Esta máquina compleja con temperatura de frío y calor pesa, amasa, tritura, ralla, emulsiona, pulveriza, bate, muele y hasta cocina al vapor y a baño María, haciendo el trabajo de más de veinte electrodomésticos. Los que saben sacarle provecho pueden obtener desde un jugo a un risotto, o una salsa blanca. Fue creada en Alemania en década del 70 por la empresa Vorwerk y ha adquirido cada vez más funciones. La Thermomix se vende por catálogo a través de representantes directos y cuesta alrededor de 2000 dólares.

Cuchillos Wüsthof y Global
Ya lo dijo Anthony Bourdain: “Habla bien de un hombre tener un buen cuchillo, bien mantenido, de calidad profesional, que podría ser japonés o alemán”. Justamente hablamos de dos de las mejores marcas de estos dos países. La alemana, Wüsthof, fabrica cuchillos desde 1814. Están hechos a mano a partir de un trozo de acero inoxidable de alto carbono que les proporciona mayor resistencia y aumenta la durabilidad del filo. Se dice que los Wüsthof son los Cadillac de los cuchillos gracias a su diseño ergonómico y antideslizante. Los Global tienen una historia más acotada que comienza en Japón en 1985. Son de acero forjado con cromo y molibdeno, materiales que los hacen mucho más filosos y livianos que los demás. Para que te des una idea, los Tramontina que encontrás en millones de hogares están hechos de un acero inoxidable sin tratamientos ni procesos especiales. Las dos marcas se pueden conseguir en algunas cuchillerías de nuestro país. Un Wüsthof de 20 centímetros cuesta 1780 pesos, mientras que un Global de la misma medida está en 1580. 


Batidora KitchenAid
Como muchos grandes inventos (por ejemplo la radio e Internet), esta batidora fue primero utilizada por los militares estadounidenses. En 1914, en cada buque de la US Navy había una KitchenAid que, en realidad, ni siquiera tenía marca sino que todavía iba camino de convertirse en una celebridad de la cocina. En 1920 la máquina sería bautizada con su nombre actual luego de que un ejecutivo de Whirpool escuchara a su mujer comentar: “No sé cómo piensan llamarla, lo único que sé es que el mejor ayudante que he tenido en mi vida”. La KitchenAid fue la primera máquina pequeña y manejable de cocina que integró las funciones de batido y amasado. Además de ser completamente metálica, su gran diferencia respecto del resto es el “engranaje planetario”: un sistema por el cual el batidor mientras gira en una dirección, rota en otra opuesta sobre su propio eje, imitando el movimiento de la Tierra. Se ha convertido con el tiempo en un objeto de culto, en especial para los reposteros que pueden utilizarla tanto para batir una torta como para amasar pan. Vistosa, sólida, robusta e incansable, la KitchenAid básica cuesta 4800 pesos. 

Cortadora Berkel
Se la llama la Ferrari de los fiambres, no sólo por su color rojo parecido al del cavallino rampante, sino por su funcionamiento mecánico perfecto. De origen suizo, la máquina fue patentada en 1898 por Wilhelmus Adrianus Van Berkel, un carnicero que revolucionó el trabajo de sus colegas porque les permitió abandonar el cuchillo manual y pasarse a las bondades del corte mecánico, fácil y sin esfuerzo. Las Berkel son únicas por su sistema de poleas que mueve la cuchilla y, a la vez, acerca el fiambre para ser cortado con el sólo accionar de una manivela, parecido a los pedales de una bicicleta. ¿El resultado? Un corte parejo y ajeno a las imperfecciones propias de la mano del hombre. Las antiguas son tan elegantes que hoy existe un gran mercado de coleccionistas que las buscan como si fueran piezas de museo (podés encontrar una en el restaurante Experiencia Fin del Mundo, en Palermo). Los precios de las Berkel arrancan en 800 dólares y pueden elevarse hasta más de 8000.

Por Cecilia Acuña

martes, 9 de abril de 2013

Lo que viene: Calamaco, una nueva bodega especializada en partidas limitadas de Malbec

En exclusiva, cómo es el proyecto del ex Melipal, Santiago Santamaría, que apunta a alumbrar pequeñas partidas y muy cuidadas de Malbec


En el mundo del vino, cada vez que arriba un nuevo proyecto, siempre es una 
buena noticia.
No es para menos: en un contexto marcado a fuego por la incertidumbre económica
 y con una inflación que castiga cualquier plan de negocios, escuchar hablar de una
 nueva iniciativa resulta, cuanto menos, refrescante.
Así las cosas, una nueva bodega está por abrirse paso en el mercado interno: Calamaco.
Y, lejos de ser un proyecto vitivinícola más, es la nueva apuesta de un bodeguero 
que hace más de diez años se hizo un lugar en el concierto vitivinícola nacional
 de la mano de Melipal, una bodega que pasó a manejar cerca de medio millón de litros
 y que, desde Agrelo, logró posicionarse en la industria a fuerza de buenos puntajes y 
mejores vinos.
Sin embargo, tras casi una década desde su gestación, Santamaría decidió dejar su
 lugar en Melipal y arrancar, desde cero, con un nuevo emprendimiento.
Pero no lo hizo solo: también lo acompaña Clarisa Aristi, la actual brand manager
 de Melipal e hija del fundador de la bodega. 
En diálogo con Vinos & Bodegas, Santamaría aseguró que "la idea de Calamaco
 era la de recuperar la mística propia de un proyecto familiar, pequeño
 y sustentable".
En este sentido, destacó que la producción de las últimas añadas no superan las
 35.000 botellas.
De hecho -y como para que no queden dudas-, el proyecto lleva el slogan
 "Limited Production Wines".
"Posiblemente en 2014 estemos embotellando unas 50.000 botellas pero la idea es no
 superar las 100.000. Esta es una cifra ideal con la que me sentiría muy cómodo
porque permite manejar un volumen sin la necesidad de construir una bodega propia,
 al tiempo que posibilita trabajar cada añada al más mínimo detalle", relató.
"Este no es un proyecto ambicioso y para llenarnos de plata. Buscamos 
simplemente que seasustentable en el tiempo", completó Santamaría.

Los "obreros" detrás de la obra

El punto a destacar es que los impulsores del emprendimiento quieren evitar que Calamaco
quede asociado al nombre de un enólogo determinado.
Y si bien continuamente los bodegueros son asesorados por técnicos -de hecho, los vinos
 actualmente se están elaborando en Melipal-, Santamaría y su esposa aseguran
 estar en condiciones de ser ellos mismos las caras visibles de la flamante bodega.
"Hace diez años venimos trabajando con algunos de los mejores winemakers: Héctor
 Durigutti, Alberto Antonini, Luis Barraud... nosotros aprendimos mucho
 durante todo el proceso que llevó crear Melipal. Esa experiencia es muy importante
 y la quisimos capitalizar conCalamaco"
El bodeguero agregó que para llevar las proyecciones y los números de un archivo Excel
 a la realidad, también fue clave el desembarco de un inversor estadounidense.
 Se trata de un empresario californiano retirado de la actividad inmobiliaria y que hace
 un par de años se enamoró de Mendoza, donde comenzó a elaborar vinos junto
 a Barraud, uno de los hacedores de la prestigiosa bodega Viña Cobos y también asesor
 externo de Melipal.
"El conoció nuestro proyecto y no dudó en sumarse", se entusiasmó Santamaría.

Los vinos

El punto central es que, por el momento, Calamaco está orientado 100% a la
 elaboración de Malbec.
"Somos conscientes de que la Argentina está ofreciendo más que Malbec y que más 
bodegas vienen apostando por otras variedades, como Petit Verdot o Cabernet Franc
Pero también es importante recalcar que un proyecto de nuestra magnitud no puede 
diversificarse demasiado, al menos en una primera etapa. Con el tiempo y a medida que 
nuestros propios clientes lo requieran, entonces ahí sí incluiremos más variedades 
en nuestro portfolio", explicó a Vinos & Bodegas.
El proyecto actualmente cuenta con tres etiquetas: Calamaco Clásico
Calamaco Reserva yCalamaco Gran Reserva.
En cuanto al concepto, destacó que los tres vinos comparten una característica
 en común: son"blends de terroirs", dado que cada uno de ellos está elaborado a 
partir de uvas procedentes de viñedos de Vistalba Agrelo, en Luján de Cuyo, y 
La Consulta, en Valle de Uco.
La degustación se abrió con el Calamaco Clásico, un vino que estará disponible en
 Buenos Aires a partir de mayo a un precio sugerido de entre $55 y $60.
Se trata de un Malbec que es pura fruta fresca en nariz, con notas de cereza y frambuesa
 nítidas, acompañadas por un toque tostado y un touch de vainilla, leves y nada
 invasivo, producto de su breve paso por madera a lo largo de seis meses.
En boca exhibe un cuerpo medio, taninos levemente dulzones, bien pulidos y de grano fino, 
que le otorgan un paso ágil y ligero, tornándolo definitivamente amigable y 
fácil de beber. Al igual que en nariz, en el paladar la fruta vuelve a tomar el control y 
es el leit motiv de este vino joven y moderno pero que tiene sustancia como para resistir
 sin mayores problemas un amplio abanico de propuestas gastronómicas: desde asados, 
hasta pastas.
A la hora de dar su visión, Santamaría confirma lo que se siente en la copa: 
"Busqué lograr unvino con mucha fruta, que sea fácil de beber y con
 taninos nada agresivos". Conseguido.
La degustación prosiguió con el Calamaco Reserva, que incorpora uvas procedentes
 de unviñedo de más de 50 años del Valle de Uco y de una de las joyas de la
 familia Aristi: un viñedo de casi 100 años ubicado en pleno corazón de Agrelo.
Esta etiqueta, que llegará a las estanterías de las vinotecas a un precio cercano
 a los $85 es un vino donde la fruta madura se asegura el protagonismo,
 si bien los ocho meses de paso por barricas le aporta un agradable toque de vainilla,
 a lo que se suma una leve pincelada especiada.
En boca es un vino que se caracteriza por ser concentrado, pero de cuerpo
 medio -tornándose jugoso-, y por mantener un muy buen nivel de acidez, volviéndolo
 fresco y ágil, sin perder un centímetro de elegancia.
Finalmente, fue el turno del Calamaco Gran Reserva, que llegará a las vinotecas
 a un precio sugerido de $280, todo un desafío para una bodega nueva.
Este vino, que incluye una mayor proporción de ambos viñedos antiguos de Uco
 y Luján de Cuyo yregistra un paso de 24 meses por barrica de primer uso,
 muestra una concentración. La nariz está dominada por la fruta madura, casi
 confitada, toques balsámicos y fondo especiado sutil, que suma complejidad. El roble francés
 hace lo propio y aporta notas de moca.
En boca se muestra concentrado y robusto, pero con unavirtud: no hay un trabajo
 de sobreextracción que lo vuelva excesivamente pesado. No es un vino de los llamados
 "de concurso", que vaya por el lado del exceso.
Por el contrario, los taninos bien trabajados y pulidos -con tres años de barrica
 y botella- sumado a una buena acidez -que en parte le augura un buen potencial de guarda, 
de cinco a seis años-, conforman un vino elegante, con complejidad, pero amable
 al paladar.
Como dato curioso, cabe destacar que el nombre Calamaco hace referencia a la manta
 que los gauchos ponían debajo de la montura y que, por las noches hacían las veces de abrigo
 cuando la noche los agarraba en pleno campo.
Pero, más allá de esto, hay una realidad y es que el proyecto, al estar bastante orientado
 al mercado de Estados Unidos, necesitaba un nombre fácil de pronunciar
 en inglés. "Y Calamaco cumplía con este objetivo", subrayó Santamaría.
Además de este mercado, la joven bodega está comenzando a desembarcar con
 pequeños volúmenes en Colombia Brasil, si bien el 60% de la producción 
de estas primeras añadas se destinarán al mercado interno (el objetivo es ir a 
una proporción 50/50 entre la plaza local y la exportación).
El desafío está planteado. En cuestión de semanas, las primeras partidas llegarán a
 las vinotecas porteñas y así, una nueva bodega comenzará a escribir los primeros 
capítulos de su propia historia en la cual serán los consumidores los que tengan la última 
palabra. 
Fuente: Vinos & Bodegas

miércoles, 6 de marzo de 2013

El vino malbec de Argentina tendrá su propia copa

La fabricará la firma Riedel. El lanzamiento se realizará en EEUU el 17 de abril.



El malbec de Argentina ya tiene su propia copa, creada bajo la marca de la cristalería más famosa del mundo: la austríaca Riedel. El desarrollo de la copa que será mostrada al público el 17 de abril durante el Día Mundial del Malbec -una celebración que comenzó hace dos años por iniciativa de Wines of Argentina- fue impulsado por Bodega Graffigna que, durante un año, tiene la exclusividad de la comercialización de la copa de malbec en el mundo.

Federico Lleonart, Brand Ambassador de la bodega sanjuanina en el mundo, adelantó a Los Andes que la copa de malbec de Argentina será lanzada durante un evento privado que realizarán junto a Riedel ante medios de prensa, trade y sommeliers en Nueva York el 16 de abril. Al día siguiente participarán junto a Wines of Argentina en el evento del Malbec World Day en el Metropolitan Museum of Art (el famoso Met de Nueva York) y por temas de espacio no harán el lanzamiento en conjunto.

"La copa inicialmente va a estar disponible en ciertos mercados", comentó Lleonart. Cabe recordar que Graffigna es una de las marcas que pertenece al grupo multinacional Pernod Ricard, propietario y distribuidor de múltiples marcas de vinos, espirituosos y licores en el mundo entero. Riedel, por su parte, no tiene fábrica en Argentina por lo cual esta copa sería material de importación.

Proceso de creación
Riedel tiene en su portfolio una copa específica para cada varietal, pinot noir, cabernet sauvignon, chardonnay, sauvignon blanc, pero no tenía copa de malbec. Graffigna pensó que un desarrollo de malbec iría muy bien con la filosofía de Riedel. "Hicimos este desarrollo con Riedel porque en los años 50 Claus Riedel fue el primero en entender que la correcta apreciación del vino va de la mano con la correcta cristalería", subrayó Lleonart, quien también es sommelier. 

Para llegar al concepto copa de malbec se hicieron varias sesiones de cata, y la última y definitiva se realizó en un workshop en Nueva York. 

Las características de la copa
Los directores de marca de Riedel a nivel global y los críticos de Estados Unidos han indicado que el formato de esta copa destaca dos aspectos muy importantes del malbec: concentra mejor los aromas frutados, que atraen tanto a los consumidores en el mundo, dejando en el fondo las especias y las notas florales de la violeta. 

En una palabra: poner a la fruta del malbec como protagonista en nariz. En segundo lugar la forma más redondeada rescata la acidez del fondo, el dulzor de los taninos y logra transmitir mejor el balance del vino. "Todas las copas influyen mucho en la apreciación de distintos tipos de vino. Si ponemos un Malbec en una copa de pinot noir se pierde mucho, porque están desarrolladas para vinos de Borgoña, donde se destaca la acidez y nuestros malbec no tienen mucha acidez", explicó el sommelier.

Si bien la copa es de Riedel, durante todo 2013 Graffigna tiene la exclusividad de la comercialización y por tanto sólo esta bodega podrá venderla o regalarla a clientes y consumidores. Luego del año la copa pasará al catálogo regular de Riedel y el resto de las bodegas podrán utilizar la copa para sus malbecs. 

"Este desarrollo valida el crecimiento que ha tenido el malbec argentino en el mundo. Hoy todas las secciones de liquor store en el mundo tienen vinos argentinos y todos los restaurantes tienen al menos un malbec en sus cartas. Era necesario que tuviéramos una copa específica para nuestro varietal emblema", destacó Lleonart.

¿Existen otras?
Sí. En Cahors, Francia, existe una copa de malbec desarrollada por la cristalería ARC, que se exhibe en el Centro de Degustación oficial de esa pequeña villa francesa, de donde es originario el clon que dio origen al malbec. Si bien las características de los Côt franceses son muy diferentes a las de los malbec argentinos, la copa es bastante parecida a la de cabernet en la tulipa, aunque su boca es un poco más angosta.


Fuente: Diario Los Andes

jueves, 4 de octubre de 2012

Oro Liquido


Las mujeres de hace unos miles de años no estaban bombardeadas por la publicidad cosmética; sin embargo, sabían que unas gotas de aceite de oliva por día la dejaban la piel tersa e hidratada. Homero conocía los secretos femeninos y lo llamó “oro líquido”; es que el poeta sabía que fue Atenea, diosa de la sabiduría, la que hizo brotar de una lanza un olivo que luego ofrecería un líquido que serviría a los hombres como alimento, alivio a sus heridas y fuerza para su organismo. Así fue como los humanos aprendieron que el aceite de oliva era esencial para el cuidado de sus cuerpos y lo difundieron por la cuenca mediterránea.
Paralelamente, en otras partes del mundo se lo ninguneaba llevándolo a años de ostracismo; hasta que un día volvió a ocupar el Olimpo. La pregunta es inevitable: ¿por qué ahora resurge con éxito el uso de este aceite? Las informaciones científicas aseguran que no se trata de una moda. El crecimiento se debe en parte a la investigación sobre la longevidad de los pueblos mediterráneos basada en su dieta, rica en fibras, pescado, vino y mucho aceite de oliva.
El profesor estadounidense Ancel Keys descubrió que el nivel de colesterol en la sangre de los habitantes de Nápoles, Italia, era inferior al de los ciudadanos de Estados Unidos; esto se debía a la diferencia en la alimentación, la misma que era natural de la zona mediterránea hacía más de 2000 años. La dieta mediterránea, que el profesor Keys estudió durante 30 años, incluye cereales, aceite de oliva, hortalizas, legumbres, quesos, fruta y una copa de vino. Esos estudios manifiestan que los pobladores del Mediterráneo consumen cantidades enormes de aceite de oliva que, a diferencia de otros aceites naturales, disminuye la cantidad de colesterol perjudicial –llamado LDL y responsable de las obstrucciones en las arterias– sin reducir el HDL, que tiene un efecto preventivo de las enfermedades cardiovasculares porque puede ayudar a eliminar el colesterol de la sangre llevándolo al hígado. Hoy se lo recomienda como reemplazo de otros alimentos grasos con alto contenido en ácidos saturados, como manteca o crema. Hay que recordar se debe que utilizar poca cantidad ya que saludable no es sinónimo de light; el aceite de oliva contiene un alto valor calórico, en promedio 120 calorías por cada cucharada sopera, 14 gramos de lípidos y alto contenido de ácidos grasos monoinsaturados (previenen enfermedades cardiovasculares). Además, es muy buena fuente de vitamina E, sustancia utilizada como antioxidante para proteger las células del organismo y evitar su envejecimiento.

Espejo, espejito
Un viejo refrán dice: “Si quieres llegar a viejo, guarda aceite en el pellejo”. Y parece que varias firmas de belleza de primer nivel tomaron nota del mensaje. Hoy se sabe que, además de cuidar el engranaje corporal, el aceite de oliva virgen también previene el envejecimiento de la piel ya que desempeña un papel importante en la síntesis del colágeno, descubrimiento base para cremas, lociones y leches corporales. Su principal componente, el ácido oleico, es un constituyente de las membranas celulares y la piel; a su vez, favorece la función plástica de los lípidos de la piel y provee antioxidantes que protegen de los rayos solares. La vitamina E y los antioxidantes que contiene mejoran el acné adolescente. Hay varias líneas cosméticas que tienen como base aceite de oliva, algunas nacionales. Julia Moreno es una de las responsables de Verde Oliva, ecocosmética, que produce hidratantes, humectantes corporales y faciales, cremas de limpieza, productos para la salud capilar y productos spa. A su vez, Viviana Yancarelli creó la línea de biocosmética Olivas & Cepas, dedicada al cuidado de la piel, integrada por productos generados a partir de aceite de oliva, extracto de hojas de olivo, extractos de vegetales como el Hamamelis, polifenoles y pepitas de las mismas uvas.
Fuente: El Conocedor