Las mujeres de hace unos miles de años no estaban bombardeadas por la publicidad cosmética; sin embargo, sabían que unas gotas de aceite de oliva por día la dejaban la piel tersa e hidratada. Homero conocía los secretos femeninos y lo llamó “oro líquido”; es que el poeta sabía que fue Atenea, diosa de la sabiduría, la que hizo brotar de una lanza un olivo que luego ofrecería un líquido que serviría a los hombres como alimento, alivio a sus heridas y fuerza para su organismo. Así fue como los humanos aprendieron que el aceite de oliva era esencial para el cuidado de sus cuerpos y lo difundieron por la cuenca mediterránea.
Paralelamente, en otras partes del mundo se lo ninguneaba llevándolo a años de ostracismo; hasta que un día volvió a ocupar el Olimpo. La pregunta es inevitable: ¿por qué ahora resurge con éxito el uso de este aceite? Las informaciones científicas aseguran que no se trata de una moda. El crecimiento se debe en parte a la investigación sobre la longevidad de los pueblos mediterráneos basada en su dieta, rica en fibras, pescado, vino y mucho aceite de oliva.
El profesor estadounidense Ancel Keys descubrió que el nivel de colesterol en la sangre de los habitantes de Nápoles, Italia, era inferior al de los ciudadanos de Estados Unidos; esto se debía a la diferencia en la alimentación, la misma que era natural de la zona mediterránea hacía más de 2000 años. La dieta mediterránea, que el profesor Keys estudió durante 30 años, incluye cereales, aceite de oliva, hortalizas, legumbres, quesos, fruta y una copa de vino. Esos estudios manifiestan que los pobladores del Mediterráneo consumen cantidades enormes de aceite de oliva que, a diferencia de otros aceites naturales, disminuye la cantidad de colesterol perjudicial –llamado LDL y responsable de las obstrucciones en las arterias– sin reducir el HDL, que tiene un efecto preventivo de las enfermedades cardiovasculares porque puede ayudar a eliminar el colesterol de la sangre llevándolo al hígado. Hoy se lo recomienda como reemplazo de otros alimentos grasos con alto contenido en ácidos saturados, como manteca o crema. Hay que recordar se debe que utilizar poca cantidad ya que saludable no es sinónimo de light; el aceite de oliva contiene un alto valor calórico, en promedio 120 calorías por cada cucharada sopera, 14 gramos de lípidos y alto contenido de ácidos grasos monoinsaturados (previenen enfermedades cardiovasculares). Además, es muy buena fuente de vitamina E, sustancia utilizada como antioxidante para proteger las células del organismo y evitar su envejecimiento.
Paralelamente, en otras partes del mundo se lo ninguneaba llevándolo a años de ostracismo; hasta que un día volvió a ocupar el Olimpo. La pregunta es inevitable: ¿por qué ahora resurge con éxito el uso de este aceite? Las informaciones científicas aseguran que no se trata de una moda. El crecimiento se debe en parte a la investigación sobre la longevidad de los pueblos mediterráneos basada en su dieta, rica en fibras, pescado, vino y mucho aceite de oliva.
El profesor estadounidense Ancel Keys descubrió que el nivel de colesterol en la sangre de los habitantes de Nápoles, Italia, era inferior al de los ciudadanos de Estados Unidos; esto se debía a la diferencia en la alimentación, la misma que era natural de la zona mediterránea hacía más de 2000 años. La dieta mediterránea, que el profesor Keys estudió durante 30 años, incluye cereales, aceite de oliva, hortalizas, legumbres, quesos, fruta y una copa de vino. Esos estudios manifiestan que los pobladores del Mediterráneo consumen cantidades enormes de aceite de oliva que, a diferencia de otros aceites naturales, disminuye la cantidad de colesterol perjudicial –llamado LDL y responsable de las obstrucciones en las arterias– sin reducir el HDL, que tiene un efecto preventivo de las enfermedades cardiovasculares porque puede ayudar a eliminar el colesterol de la sangre llevándolo al hígado. Hoy se lo recomienda como reemplazo de otros alimentos grasos con alto contenido en ácidos saturados, como manteca o crema. Hay que recordar se debe que utilizar poca cantidad ya que saludable no es sinónimo de light; el aceite de oliva contiene un alto valor calórico, en promedio 120 calorías por cada cucharada sopera, 14 gramos de lípidos y alto contenido de ácidos grasos monoinsaturados (previenen enfermedades cardiovasculares). Además, es muy buena fuente de vitamina E, sustancia utilizada como antioxidante para proteger las células del organismo y evitar su envejecimiento.
Espejo, espejito
Un viejo refrán dice: “Si quieres llegar a viejo, guarda aceite en el pellejo”. Y parece que varias firmas de belleza de primer nivel tomaron nota del mensaje. Hoy se sabe que, además de cuidar el engranaje corporal, el aceite de oliva virgen también previene el envejecimiento de la piel ya que desempeña un papel importante en la síntesis del colágeno, descubrimiento base para cremas, lociones y leches corporales. Su principal componente, el ácido oleico, es un constituyente de las membranas celulares y la piel; a su vez, favorece la función plástica de los lípidos de la piel y provee antioxidantes que protegen de los rayos solares. La vitamina E y los antioxidantes que contiene mejoran el acné adolescente. Hay varias líneas cosméticas que tienen como base aceite de oliva, algunas nacionales. Julia Moreno es una de las responsables de Verde Oliva, ecocosmética, que produce hidratantes, humectantes corporales y faciales, cremas de limpieza, productos para la salud capilar y productos spa. A su vez, Viviana Yancarelli creó la línea de biocosmética Olivas & Cepas, dedicada al cuidado de la piel, integrada por productos generados a partir de aceite de oliva, extracto de hojas de olivo, extractos de vegetales como el Hamamelis, polifenoles y pepitas de las mismas uvas.
Un viejo refrán dice: “Si quieres llegar a viejo, guarda aceite en el pellejo”. Y parece que varias firmas de belleza de primer nivel tomaron nota del mensaje. Hoy se sabe que, además de cuidar el engranaje corporal, el aceite de oliva virgen también previene el envejecimiento de la piel ya que desempeña un papel importante en la síntesis del colágeno, descubrimiento base para cremas, lociones y leches corporales. Su principal componente, el ácido oleico, es un constituyente de las membranas celulares y la piel; a su vez, favorece la función plástica de los lípidos de la piel y provee antioxidantes que protegen de los rayos solares. La vitamina E y los antioxidantes que contiene mejoran el acné adolescente. Hay varias líneas cosméticas que tienen como base aceite de oliva, algunas nacionales. Julia Moreno es una de las responsables de Verde Oliva, ecocosmética, que produce hidratantes, humectantes corporales y faciales, cremas de limpieza, productos para la salud capilar y productos spa. A su vez, Viviana Yancarelli creó la línea de biocosmética Olivas & Cepas, dedicada al cuidado de la piel, integrada por productos generados a partir de aceite de oliva, extracto de hojas de olivo, extractos de vegetales como el Hamamelis, polifenoles y pepitas de las mismas uvas.
Fuente: El Conocedor
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