jueves, 10 de enero de 2013

Decile Hola al otro Cabernet

Durante años fue usado casi exclusivamente en blends, pero los enólogos encontraron su punto ideal de cosecha y hoy el Cabernet Franc se convirtió en el varietal de moda.


El rumor venía creciendo entre enólogos y bodegueros locales: la cosecha 2012 traería como novedad la consagración del Cabernet Franc. Y así fue nomás. La especie se confirmó durante la última edición de Evico. Para que te des una idea, Evico es la evaluación técnica “oficial” que hacen los enólogos e ingenieros agrónomos más experimentados de la región sobre los resultados de cada cosecha en blancos, tintos y espumantes, a partir de cientos de muestras que provienen de todos los puntos del país.

El dato es contundente: entre los 14 vinos consagrados hubo dos Cabernet Franc, algo impensable en la Argentina cinco años atrás. Así se confirman las apuestas que hacían por esta variedad winemakers de renombre como Alejandro Vigil (de Catena Zapata), quien en más de una ocasión dijo que encontraba en el Cabernet Franc aún más potencial que en otras variedades sobre las que se depositan esperanzas, como la Bonarda (curiosamente, en Evico no hubo ni un solo Bonarda seleccionado). 

¿Cómo es el Cab Franc? Rico en colores, aromas y en polifenoles como el Malbec, carnoso en boca como el Syrah, pero más fresco en nariz que su pariente cercano, el Cabernet Sauvignon. Intenso, puede tener entrada dulzona, pero siempre se destacará su acidez natural, con esa impronta de bosques del sur, con brisas, eucalipto y menta incluidos. ¿Por qué sale a la luz ahora? La respuesta está en los enólogos, que por fin encontraron el punto adecuado de cosecha, vital para lograr varietales de altísima calidad.

EL AUGE EN NÚMEROS 
En el país hay 660 hectáreas cultivadas con Cabernet Franc, el triple de las que existían a principios de la década pasada. Este año se elaboraron 227.000 litros de esta variedad y el 80% de este vino se destinó a productos “high end”, mayormente al mercado doméstico, donde hoy se comercializan alrededor de 60 etiquetas (varias de ellas pertenecen a una misma bodega, pero de diferentes líneas y segmentos de precio). Como todavía es un vino de “nicho” y como su producción es escasa, las botellas no son baratas. Vas a encontrar en góndola buenos ejemplares que empiezan en los 70 pesos y pueden trepar hasta los 400, hablando siempre de marcas reconocidas.

Esta nueva estrella es, a su vez, componente de grandes vinos de corte, como Gernot Langes de Norton, Paradigma de Domaine St. Diego, Luca Beso de Dante, Gala 2 o Flechas de los Andes, por nombrar sólo unos pocos. Recordemos que el Cabernet Franc es una de las tres patas del corte francés célebre en Burdeos, junto con Cabernet Sauvignon y Merlot, un assamblage utilizado por la mayoría de los Cru y Gran Cru.

JOY degustó, junto a un grupo de enólogos y sommeliers en The Vines of Mendoza (Tupungato), veinte muestras de varietal puro, o blendeado con un pequeño porcentaje de alguna otra uva, como Malbec, Syrah (como el Monteagrelo de Walter Bressia) o Petit Verdot. Incluso hubo oportunidad de degustar un tardío. La muestra sentó bases claras del enorme potencial que presenta esta variedad, puesto que la brecha de preferencias entre los vinos catados –aún cuando unos tenían más trayectoria que otros– fue relativamente pequeña. 

CUÁLES COMPRAR
Para empezar a incursionar en la variedad, seleccionamos una lista de 10 Cabernet Franc de distintas franjas de precios y complejidad que podés empezar a probar ya mismo, sin temor a equivocarte.

Lamadrid Single Vineyard Reserva 2010 ($70)  
Para los que quieran iniciarse en el mundo del Cabernet Franc, este es el vino ideal. Bien al estilo Nuevo Mundo, es fresco, frutado, liviano, típico y con carácter. En la boca tiene paso rápido y fluido. El ejemplar elaborado por los hermanos Héctor y Pablo Durigutti acompaña perfectamente carnes, pastas, picadas e, incluso, un salmón rosado picante. 

Fond de Cave Reserva 2010 ($80) 

El enólogo Daniel Pi quiso hacer jugar el varietal también en esta línea clásica que ya es favorita entre los consumidores vernáculos. Logrado para todo tipo de paladares. Rojo rubí sobresaliente, con linda nariz pero ciertamente destacado en su paso por la boca, es muy jugoso, con buen agarre y excelente acidez. Una botella que no podés dejar de probar con el próximo guiso de cordero.

Lagarde Cabernet Franc Single Vineyard 2010 ($125) 
Si te gustan los vinos más estilo “Viejo Mundo”, éste es tu tipo. A la bodega se le ocurrió sumar este Cabernet Franc a su línea Guarda, aprovechando las excelentes uvas del varietal que cultivan en un viñedo de Luján de Cuyo de veinte años de antigüedad. Un vino fluido, más liviano en boca, fresco aunque con buen aporte de madera y elevada acidez.

Doña Paula Alluvia Series 2008 ($125) 
Los técnicos de esta bodega, encabezados por Edgardo del Pópolo, fueron pioneros en experimentar con Cabernet Franc en zonas de altura en Tupungato. El tamaño de sus vinos traduce los años de investigación. Este ejemplar se destaca por su carácter y tipicidad, sus aromas a pimienta blanca, clavo de olor y menta, entre los más sobresalientes. Gran equilibrio y elegancia, para beber solo o acompañado.

Angélica Zapata Alta 2009 ($160) 

El vino argentino que todo enólogo aspira lograr y que todo consumidor necesita probar alguna vez en su vida. Redondo y seductor. Algo de mermelada y fruta madura en nariz; perfecto dulzor. Estructurado, voluminoso, caudaloso, sus sabores y texturas permanecen por largo rato en boca. De la mano de Alejandro Vigil, un fanático del Cabernet Franc, también está en el mercado el Gran Enemigo, blend con 95% de CF, a un precio sugerido de 350 pesos.

Zorzal Piantao Piantao 2011 ($180) 
Una obra de arte de los hermanos Juan Pablo y Matías Michelini. Bueno desde el contenido hasta la etiqueta, que hace honor al nombre Piantao (un genio loco). Modernísimo y despojado. Muchas capas de aromas y notable mineralidad. Entrada dulce en boca, sedoso y amable, equilibrada acidez y frescura de Gualtallary; un vino carnoso, para disfrutar y paladear por largo rato.

Luigi Bosca Gala 4 2009 ($180) 
Otro clásico entre los “alta gama” que ha sabido aprovechar el Cabernet Franc como varietal, aunque tiene un toquecito (5%) de Malbec. Se destaca el largo de boca, la integración de la madera, la estructura y la acidez, además de la entrada dulzona y los aromas a grosella en nariz. Para guardar por 15 años.

Pulenta Estate Gran Cabernet Franc 2009 ($205) 

Ya es un clásico de la variedad por ser uno de los primeros que triunfó en el mercado local e internacional. Inunda la nariz con especias y eucalipto. El color encanta la vista. Gran tipicidad, buen largo de boca, estructura y volumen, moras, frutos rojos y pimienta. Un vino para tomárselo en serio, pero sin perder la chispa. Altamente recomendable para acompañar carnes ahumadas. 
 
Benegas Lynch 2007 ($330) 
Otro ejemplar de Cabernet Franc que tira a lo francés, un estilo que en la Argentina despierta amores y odios. Un poco de evolución acompaña la tipicidad en nariz. Ahumados aportados por el tostado de la madera. Taninos firmes, algunos amargos, agarre y estructura. Sus uvas nacen de un viñedo en Finca Libertad (Maipú) muy antiguo, de casi cien años, uno de los pocos pre-filoxera (plaga que devastó viñedos en todo el mundo) que existen en el país. 

Pasionado Andeluna 2008 ($390) 
Tal vez el mejor que exista en el mercado en estos momentos, al menos eso pensaron quienes acompañaron a JOY en la cata de Cabernet Franc. Anís, frutos rojos maduros, complejo en nariz, chispeante y a la vez elegante, con notas de tabaco y chocolate aportadas por la madera. Voluptuoso en la boca. Un vino al que le da para madurar por años en la botella, sin preocuparse por los estragos de la edad. 

LLEGANDO LOS VINOS 
Todavía no llegaron a las góndolas, pero las probamos y las podemos recomendar: estas son algunas etiquetas que estarán brevemente a la venta y que podés ir agendando.

Rama Negra Reserva 2011 ($100): de Bodega Casarena, es un exponente joven, moderno  de buena relación precio-calidad, que estará en las góndolas, listo y etiquetado, probablemente a fines de este año (aún está en barrica). 

Zaha Cabernet Franc ($240): del mismo consultor, Alejandro Sejanovich, un vino top end de viñedos de La Consulta.

Gran Corte de The Vines of Mendoza ($250): uno de los favoritos en la muestra, es un blend que estará compuesto en gran parte por Cabernet Franc. 

No se asusten, de todas formas y buscando con el asesoramiento adecuado,  podemos empezar a conocer la cepa si necesitad de pagar estos precios. Estos ejemplares mencionados son de lo mejor en cuanto a la cepa y expresan la tipicidad de la misma. Empecemos con los que encontremos a nuestro alcance...

Fuente:  Planeta Joy

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